En algún momento puede que la celebración haya
cambiado su sentido en las últimas décadas y actualmente represente un ritual
en el que simbólicamente las chicas se convierten en mujeres, pero en la
antigüedad el trasfondo de esta fiesta era mucho más oscuro de lo que imagines.
Se tienen relatos de las culturas Maya y Azteca donde se explicaba que al
cumplir cierta edad las chicas pasaban por un “ritual de pubertad” en el
que abandonaban por completo la vida de niñas y pasaban a ser adultas, por lo
que eran cortejadas por hombres para formar una familia.
El ritual
indicaba que las chicas debían asistir al Telpochcalli, una
especie de escuela donde se instruían en historia y cultura y se preparaban
para el matrimonio.
Las chicas que no eran “puras” no podían participar, ya
que el gran final de la celebración era que el joven afortunado pudiera
“estrenar” a la chica, como
si se tratase de un objeto nuevo.
De esta forma que las familias creaban lazos entre ellos
por beneficios financieros y sociales al casar a sus hijos. La quinceañera era
simplemente un parapeto para que los padres pudieran decidir el futuro de su
hija según los intereses de la familia, sin importar la felicidad de la
joven. Se tiene registro de decenas de chicas que escapaban de sus
familias para huir de un matrimonio obligado, ya que desobedecer las órdenes de
sus padres les acarreaba un castigo público por la sociedad y la Iglesia.
Así
que ya sabes la próxima vez que asistas a una celebración de 15 años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario